Cocina à la vitesse

Directrices para cualquier receta de cocina de emergencia:

A. Mire el reloj y muérase de hambre al comprobar la hora. Condición indispensable. Si no, no es cocina de emergencia.

B. Busque desesperadamente en todos los armarios, neveras y congeladores de que disponga. Haga inventario, y decida qué combinación resultará más comestible, partiendo de la base de que si las partes son comestibles, el conjunto, cuanto menos, no será tóxico.

C. Mire alrededor, a su espalda y bajo los muebles, hasta que esté seguro de que está solo en la cocina y no existe la posibilidad de ser pillado in fraganti y tener que dar explicaciones.

D. Establezca un orden de ejecución según prioridades y hambre, así como en función del tiempo y herramientas disponibles. A lo largo de una sesión de cocina, una olla puede pasar sucesivamente por tres usos, incluso sin ser limpiada, si se hace en el orden correcto. El mayor nivel de eficacia se alcanza solapando la ejecución de los diferentes platos entre ellos, y a su vez éstos con el propio acto de comer. La mesa se puede poner mientras algo se sofríe, etc.

E. Intente mantener en todo momento un orden euclidiano sobre su cocina. Recoja cubiertos dispersos, pase la bayeta por la encimera… Mientras algo se cuece tranquilamente, siempre hay tiempo de fregar y secar los demás cacharros, que pueden ser necesarios en cualquier momento. El buen activista de Cocineros de Emergencia, cuando se sienta a comer, tiene la cocina hecha un pincel… incluso si aún tiene algo al fuego.

F. No atienda al teléfono ni al timbre, salvo que esté muy seguro de lo que hace, o use un manos libres. Una sola llamada puede producir desfases catastróficos en su ajustado plan de cocina.

G. No “aproveche para” hacer nada que no sea cocinar. SIEMPRE ocurre un despiste que quema la carne, desborda la olla o pega el arroz. Como mucho, puede escuchar música o cantar. Cantar es especialmente beneficioso, la comida sale mejor y provoca un estado de felicidad temporal en el que la come. Y viceversa: no llore cocinando, por Dios, ¡no llore!

H. No abandone la cocina. Es peligroso y además, sencillamente, trae mala suerte. Un plato, como un niño, sale malo si no tiene todo nuestro cariño y atención.

I. Si no se siente capaz de todo lo anterior, tenga siempre a mano (al lado del teléfono) folletos de establecimientos de comida para llevar, comida rápida, telecomida… pero sepa, miserable gusano, que para los seguidores de Cocineros de Emergencia, eso es el último recurso antes de la muerte por inanición (aclaro: el suero intravenoso se admite en principiantes).

J. Tenía que llegar a la J, lo siento. Aprovecho para decir que todo lo anterior es independiente del fenómeno en sí de la cocina de emergencia. Siga o no estos consejos, acabará comiendo algo, o muriendo. Usted verá si lo hace de mala manera, perdiendo su dignidad, o me hace caso y se convierte en un gurú del fast cook is not fast food..

D. Establezca un orden de ejecución según prioridades y hambre, así como en función del tiempo y herramientas disponibles. A lo largo de una sesión de cocina, una olla puede pasar sucesivamente por tres usos, incluso sin ser limpiada, si se hace en el orden correcto. El mayor nivel de eficacia se alcanza solapando la ejecución de los diferentes platos entre ellos, y a su vez éstos con el propio acto de comer. La mesa se puede poner mientras algo se sofríe, etc.

E. Intente mantener en todo momento un orden euclidiano sobre su cocina. Recoja cubiertos dispersos, pase la bayeta por la encimera… Mientras algo se cuece tranquilamente, siempre hay tiempo de fregar y secar los demás cacharros, que pueden ser necesarios en cualquier momento. El buen activista de Cocineros de Emergencia, cuando se sienta a comer, tiene la cocina hecha un pincel… incluso si aún tiene algo al fuego.

F. No atienda al teléfono ni al timbre, salvo que esté muy seguro de lo que hace, o use un manos libres. Una sola llamada puede producir desfases catastróficos en su ajustado plan de cocina.

G. No “aproveche para” hacer nada que no sea cocinar. SIEMPRE ocurre un despiste que quema la carne, desborda la olla o pega el arroz. Como mucho, puede escuchar música o cantar. Cantar es especialmente beneficioso, la comida sale mejor y provoca un estado de felicidad temporal en el que la come. Y viceversa: no llore cocinando, por Dios, ¡no llore!

H. No abandone la cocina. Es peligroso y además, sencillamente, trae mala suerte. Un plato, como un niño, sale malo si no tiene todo nuestro cariño y atención.

I. Si no se siente capaz de todo lo anterior, tenga siempre a mano (al lado del teléfono) folletos de establecimientos de comida para llevar, comida rápida, telecomida… pero sepa, miserable gusano, que para los seguidores de Cocineros de Emergencia, eso es el último recurso antes de la muerte por inanición (aclaro: el suero intravenoso se admite en principiantes).

J. Tenía que llegar a la J, lo siento. Aprovecho para decir que todo lo anterior es independiente del fenómeno en sí de la cocina de emergencia. Siga o no estos consejos, acabará comiendo algo, o muriendo. Usted verá si lo hace de mala manera, perdiendo su dignidad, o me hace caso y se convierte en un gurú del fast cook is not fast food.

Y ahora, dese el gusto: ¡coma despacio!

Nota técnica: Está experimentalmente probado que, una vez que la nevera está completamente vacía, aún se pueden sobrevivir mucho tiempo con el contenido de los armarios. Una despensa diminuta da para tres días; una grande, para semana y media; un sótano fresco y seco bien lleno, para varias semanas; una cueva con un mamut bien despiezado y frutos secos, para todo el invierno. Y etc. Garantizado. Eso sí, no invite a nadie a comer desde el momento en que pase a la Fase No frigorífica…

Otra nota: Los comentarios precedentes son fruto de la experiencia personal del autor. Ningún animal vivo ha sido maltratado durante su experimentación práctica.

13 comentarios

Lol V. Steiner 21 mayo 2007 Contestar

«un orden euclidiano».
Me ha encantado.
Usted es artísta, matemático o fisósofo, no?

JT 21 mayo 2007 Contestar

Creo que no soy nada de nada. Bueno, o un poco de todo…

A ratos, violinista mediocre, sí xD

Carabiru 21 mayo 2007 Contestar

Jajajajajajjaa

Eres la bomba tío, en serio, jajajaja qué joyita para quien te lleve, jajajaja

Ains, algunas de esas fases las he pasado…

Miss Sinner 23 mayo 2007 Contestar

XDDDDDDDDDDDD

Pero eso es cocina tradicional, hombre. Cocina de emergencia es pegarle un muerdo al chorizo o algo así XDDD

Bah, hago yo un arroz con marisco paellero… Pa’ quitar el sentío, vamos ;-D

ContradictioN 23 mayo 2007 Contestar

Jajaja, estoy de acuerdo con mis sinner, si enciendes el fuego, ya no cuenta como cocina de emergencia :P
y lo de comer despacio…ya ni lo menciono, jajajaja

JT 24 mayo 2007 Contestar

Corrección: es que lo que vosotras decís no es COCINA. Es alimentación, ingestión de alimentos pura y dura. Como mucho, yuxtaposición apresurada de alimentos xD

La cocina de emergencia es cocina improvisada, rápida, ultra eficaz y todo lo demás, pero cuyos resultados se aproximan a la cocina tradicional en cuanto a apariencia, mérito y dignidad. He dicho.

Así que en mi piso de estudiantes se come (por principio) siempre caliente, en las circunstancias más adversas. Si un día estáis tan agobiadas que vais a recurrir al chorizo a palo seco, podéis pasaros a comer, siempre (también por principio, y por hambre) hago doble ración :P

Saludos,

JT

Cocinólogo Especialista de la Universidad de Alicante.

Miembro del Consejo Superior para la Defensa de la Buena Comida.

JT 24 mayo 2007 Contestar

Ah, y me olvidaba: fundador de la ONG Cocineros de Emergencia, nacida con el objetivo de dar de comer a otros estudiantes en apuros y evitarles la caída en la degradación culinaria (léase: arroz-pasta-pan-arroz-pasta-pan-arroz-pasta…)

De momento, la única beneficiaria es mi hermana xD

Carabiru 25 mayo 2007 Contestar

Jajajajajajaja
Qué bueno! eres grande JT, eres grande!
Lo principal, ¿tu hermana come de esa cocina de emergencia????

Anonymous 26 mayo 2007 Contestar

Lo mejor es auto-invitarse a comer (o cenar) a casa de unos buenos amigos…

XerophussS© 28 mayo 2007 Contestar

Jajaja dí que sí, JT, dí que sí. Pero…¿Qué me dices de los tofus a la vinagreta? ¿Y de la sopa de miso? ¿Y del pan con pan (o solo cn ketchup)?

Uff qué susto, por un momento no me acordaba cómo se escribía «ketchup» xD.

Un saudo hombreee. Seguiré por aquí, ya te digo!

JT 28 mayo 2007 Contestar

¡Pan con ketchup! Me ha dado el estómago un vuelco existencial al oír eso xD

BaBa 8 junio 2008 Contestar

He descubierto tu blog por casualidad, creo que era algo relacionado con Cortázar, y de repento me he dado cuenta de que llevo más de una hora curioseando… jeje, es muy interesante y gracioso.
Saludos :)

JT 9 junio 2008 Contestar

Gracias, BaBa, me alegro de que te guste ;)

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