¿Qué le dirías a alguien que quiere probar Linux pero no se termina de lanzar?

Spoiler: el 90% de tus miedos son infundados

El otro día un amigo me hizo esta pregunta: ¿Qué le dirías a alguien que está convencido de su utilidad pero tiene miedo del desconocimiento?

Le respondí por chat sin pensármelo mucho, pero creo que es una pregunta muy inteligente, que busca vencer las dudas y ayudar(se) a tomar una decisión.

Tras pensarlo un poco más, esta sería la respuesta más detallada:

  1. Que el sistema operativo en sí afecta menos a nuestro flujo de trabajo de lo que uno pudiera pensar: la mayoría, la mayor parte del tiempo, hacemos las cosas en un navegador y en un par de programas más. Puede que haya menos cosas que cambiar de las que piensas.
  2. Que Linux se puede probar de forma muy fácil y sin siquiera instalarlo. Lo grabas en una memoria USB, reinicias el ordenador, lo usas como quieras (puedes incluso intentar romperlo) sin afectar a tu sistema, y al volver a reiniciar, todo estará como siempre. En jerga comercial: ¡sin compromiso!
  3. Que, más allá de esa primera prueba, se puede instalar en paralelo con el sistema actual de manera que siempre queda, como plan B, la alternativa conocida.
  4. Que lo básico de Linux se aprende en dos horas, y el resto… poco a poco. En serio. Mis padres apenas manejan un ordenador para lo más básico, apenas saben lo que es un sistema operativo, y usan Linux desde hace dos años.
  5. Que, en el fondo, tampoco sabemos tanto de Windows (o el sistema que uses habitualmente) como creemos. ¿Cuántas funciones avanzadas del sistema crees que usas? ¿Cuántas veces has arreglado algo simplemente reiniciando, sin saber qué pasaba? ¿Cuántas veces has tenido que formatear y empezar de cero por no saber cómo arreglarlo? ¿Cuántas veces lo has llevado al técnico… y lo que ha hecho es formatear y empezar de cero?
  6. Eso sí, todo hay que decirlo. Hay cosas que sí puedes perder si te pasas a Linux: ¡las actualizaciones de Windows! ¿Verdad que las vas a echar de menos?

2 comentarios

Dani 15 enero 2021 Contestar

Están buenísimas las respuestas.
Mi experiencia con la 3) fue que al final nunca lo usaba cuando tenía la Mac y acababa yendo a lo conocido.
Ahora recomiendo mucho lo del pendrive, con Tails por ejemplo.

Jorge Toledo 15 enero 2021

Pues sí, ese es el peligro del inicio dual.

Yo lo del USB lo pensaba más como forma degustar diferentes distros sin tener que instalarlas, pero desde luego para usarlo como herramienta habitual Tails es ideal.

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