Me mira con un aire dubitativo, casi reprobador.
– Es decir, que lo tienes prácticamente todo a tu favor, pero te empeñas en dejarlo y marcharte detrás de no se sabe qué sueños tuyos. No acabo de entenderte. ¿No te parece suficiente? Ahora que lo tenías todo al alcance de la mano… ¿Qué más esperas de la vida?
Tardo un tiempo indeterminado en contestar; lo suficiente para que su pregunta flote en el aire y comience a disolverse. Me pregunto si yo mismo sabré la respuesta. ¿La sé?
– A lo mejor se trata precisamente de no esperar…
6 comentarios
:)
Los ideales hacen avanzar el mundo.
¿Una ruta más corta para llegar a las Indias?
¿Luz artificial?
¿Poder hablar con alguien que está a 1000 kilómetros sin moverte de casa?
¿Pero qué clase de locuras son esas?
Ciertísimo, biruliru.
:*
Uhm… yo entiendo eso como «retos»… los ideales, para mi, son algo mucho mas difuso, tan difícil de concretizar que ni lo intento… «libertad»? «independencia»?
yo también estoy en esa fase de «no esperar»…
También cierto, Sr. eMe ;)
Desde mi capa de plumas esa misma frase de no esperar la entiendo como un escudo, No esperes nada de nadie, así no te llevas decepciones y las sorpresas, de haberlas serán por cosas buenas.
Lo de «no esperar» en realidad iba más por lo de «no quedarse esperando». Pero me gusta la ambigüedad de la expresión.
Por otro lado, me he dado cuenta de que la palabra no era «ideales» sino «sueños», así que con vuestro permiso, la cambio ;)