Hace un año celebraba en este blog el primer aniversario de mi vida como arquitecto egresado, y a la vez mi llegada a Madrid, que por no recordar la fecha exacta he dado en fijar el día 23 de abril. Un año más, aprovecho esta fecha para pararme un rato y volverme a mirar el camino andado.
En aquella entrada fantaseaba con alejarme un poco de mis propios proyectos, tomándome las cosas con un poco más de calma. La cosa funcionó durante un tiempo: alejado del movimiento de Alicante y aún ajeno al de Madrid, me dediqué a disfrutar la agradable rutina de ir cada día a la oficina, cocinar y comer con mis compañeros de trabajo y volver a casa paseando o en bicicleta dispuesto a pasar una tarde tranquila.
Mis sueños de tranquilidad no duraron demasiado. Al poco, fiel a mi naturaleza, comencé a hacer algo que había deseado desde hacía años: sumergirme en la «movida 2.0» de Madrid, y encontrarme con toda esa gente interesante que venía siguiendo de lejos durante los últimos años. Poco a poco comencé a conocer a las personas que piensan y trabajan tras misteriosos colectivos como Zuloark, León 11, Inteligencias Colectivas, Comunes, Comandante Tom y muchos otros que se mueven con ellos.
Comencé a entender su forma de trabajar, tuve la oportunidad de verlos en acción e incluso colaborar con ellos en alguna que otra cosa. Poco a poco, un encuentro llevó a otro, y mi red madrileña no ha parado de crecer. Tuve además la oportunidad de vivir en directo una increíble muestra de la energía social latente cuando el movimiento 15M estalló en Sol, a apenas unos minutos en bici desde mi casa, y nos tuvo con los pies en la plaza y el corazón en un puño durante una semana alucinante.
¿A dónde me ha llevado todo esto? Escribo esto a las dos de la madrugada tras dos semanas sin una sola tarde libre, saltando de quedada en quedada, de evento en evento, de reunión en reunión, de bar en bar, sumergido en una atractiva y descontrolada vorágine social. Cada año me oiréis decir que en abril se vuelve todo el mundo loco y estalla la agenda cultural (en abril, eventos mil), pero este ha superado a cualquier otro que recuerde, culminando hace un par de días con la eclosión de muchas nuevas relaciones en un intenso fin de semana de Meet Commons.
Mi bandeja de entrada digital, que había permanecido limpia y ordenada durante meses, lleva semanas acumulándose y creciendo fuera de control, empujada a un lado por la fuerza de lo presencial, por la llamada de las redes en las que yo mismo me he ido enganchando a lo largo y ancho de Madrid.
Con todo, estoy orgulloso de, haciendo un esfuerzo consciente por evitar que la rutina y la velocidad de la ciudad me absorbieran, haber logrado mantener la mirada receptiva, sorprendida y tranquila del visitante, disfrutando de pequeños momentos cotidianos en mi casa o por las calles. Sigo pedaleando con el mismo deleite y andando despacio, cada vez más despacio, incluso por los túneles del Metro, donde todos corren como locos para abordar el vagón que se escapa. Me he apuntado con amigos a azarosas derivas urbanas, recorriendo sin rumbo fijo un barrio diferente cada vez. He seguido con mi búsqueda del equilibrio y de la calidad de vida, cada vez con más consciencia y más interés, buscando mejorar mis hábitos, mis ritmos, mi forma de trabajar, y sintiendo que estoy al principio (muy al principio, ay) de un camino prometedor.
Por lo demás, mis proyectos personales han avanzado a un ritmo muy relajado. He publicado apenas diez entradas en este blog en un año, y sólo un par, aunque bien densas, en Sociarq. He realizado un esfuerzo bastante torpe de diseño y sobre todo de organización de contenidos y gestión de la identidad digital para La Cajita 3.0… que aún está por salir del horno. He iniciado y casi completado un seminario sobre desarrollo de organizaciones desde el enfoque de la triformación, que me ha abierto un mundo al que hasta ahora era casi del todo ajeno y que espero poder conectar con muchos de mis proyectos. Parcialmente de vuelta hacia Alicante, donde el pulso de eGruyere sigue latiendo, me he lanzado a formar parte del MasterDIWO con tantas ganas como poco impulso productivo. He tenido la oportunidad de dar mis primeras tres conferencias y e impartir otros tantos talleres, casi siempre con otros como me juré a mí mismo que haría el mismo día que acabé el PFC.
Y poco más por ese lado. Podría resumir este año diciendo que, de la filosofía del Do It With Others, he disfrutado a más no poder el with others y apenas rozado el do it.
En lo puramente profesional, que fue la razón que me hizo ir a Madrid, la experiencia en Ecosistema Urbano no ha tenido precio, y daría para un post aparte. Lo que comenzó como una colaboración temporal alrededor de Whatif se fue ido extendiendo con la llegada del proyecto dreamhamar, que me brindó la oportunidad de vivir cerca de dos meses en el interior Noruega.
Con la salida de Domenico de la oficina, me cayó el blog en las manos y me encontré de pronto sumergido en un trabajo de «editor» online a un nivel que no esperaba.
He comenzado a hacer viajes de trabajo, algo nuevo para mí. Desde la locura de ir a Tarragona en coche, tener un par de reuniones y volver a Madrid en un solo día, hasta un reciente e indefinible fin de semana de taller en la isla de Bahrein. La semana que viene, reunión de trabajo en París. Y luego, quién sabe.
Por lo demás, he cumplido 30 años, me he propuesto saltar en paracaídas (porque me da mucho miedo y porque me da la gana), soy doblemente tío y además padrino de Matías, el segundo hijo de mi primer amigo. Bienvenido a la adultez, my friend. Y luego, de nuevo, quién sabe, porque… ya no dependerá sólo de mí.
Algo se mueve. Tras un año de dejarme llevar plácidamente por lo que me rodea, comienzo a notar que hay algunas decisiones que tomar. Empiezo a sentirme dividido entre Madrid y Alicante, entre la libertad del autónomo y la seguridad de un trabajo fijo, entre las ganas de hacer muchas cosas y el intento de encontrar hábitos más equilibrados, entre la exuberancia profesional y una vida personal y doméstica más tranquila. Pero a diferencia de hace un año, no estoy ansioso por encontrar la solución.
Tomando como lema el verso, hago camino al andar.
10 comentarios
Que emocionante!! Que fluido! Que bonito! Me parece poder respirar el aire que mueve tus pensamientos, tus ilusiones y tus movimientos….
Bienvenidos a Madrid!
Bienvenido en la que tu mismo has definido la Movida 2.0!
Lentamente aprovechamos los tormentos de un mundo que cambia y que nos delicia con una vuelta al presente, que solo puede ser sabroso y expansivo!!
Viva el presente!
we change everything. we are the actors. we are the network!!!
¡Que viva!
Y que conste que precisamente tú has sido un nodo central en esa red, un gran vórtice en la Movida, una pista en el laberinto. Si estoy donde estoy, es en gran medida por ti. ¡Gracias, Dome!
Me ha emocionado mucho leerte!!!he pensado en algo y me da ganas de decírtelo, cuando uno es Padre, quiere que sus hijos vivan así la libertad. Tus padres deben estar muy orgullosos de ti!!!yo lo estoy de compartir cosas contigo y de tenerte cerca!!!
Desde luego que ha sido un año intenso, no has parado.
Me acuerdo de cuando decías que al acabar la carrera te ibas a ir a viajar por el mundo, y aunque esto de trabajar en Madrid se ha salido del plan, lo de viajar sí que ha ido saliendo, quizá diferente de como lo pensabas, pero viajando al fin y al cabo.
Sí, Biru, las cosas han salido diferentes de como pensaba, pero han salido muy bien. A ver si este nuevo año salen aún mejor, y el próximo 23 de abril aparecemos juntos en la «foto» ;)
Me ha encantado tu comentario, Mario. Es posible que mis padres estén orgullosos de mí, pero lo que sí te puedo asegurar es que yo estoy orgulloso de ellos, y agradecido por la manera en que me educaron y me enseñaron a vivir. Y por lo que sé de ti, estoy seguro de que tus hijos sentirán lo mismo.
Llevas tiempo siendo un gran punto de referencia y abriendo caminos vitales y profesionales increíbles que antes no sabía ni que existían o tenían nombre. Me alegro muchísimo por tí de que estés viviendo todas estas experiencias tan enriquecedoras. Enhorabuena, ojalá más gente pudiera hacer de su modo de vida algo que le apasione, y de aquello que le apasione, su modo de vida! :-)
Gracias por el comentario, Rubén. Que me diga eso un crack como tú significa mucho ;)
En muchos aspectos no he hecho más que estar abierto a lo que pudiera surgir, en parte porque sigo sin tener ni idea de qué tipo de vida profesional (ejem… qué tipo de vida, en general) quiero buscar. Pero sobre la marcha se van comprobando o intuyendo cosas…
Bueno Jorge, no sé si todos esos 80 borradores se parecen a éste, si así, sácalos a la luz!
Es un post precioso que creo que nos acompaña y abraza a muchas. Dan ganas de quedarse.
besos
Algunos se parecen, otros no ;)
Pero creo que todos merecerían la oportunidad de ver la luz.
Y claro, ¡quédate! Jeje.