Recientemente, en un trabajo de consultoría para una huerta ecológica, hicimos una serie de «entrevistas peripatéticas» caminando por la finca, y descubrimos un maravilloso formato para escuchar, reflexionar y conocer(nos) sin confrontar.
A diferencia de una deriva o un paseo de observación, en este caso el centro de la actividad era la persona. Pero sumaba mucho el factor ambiental del «escenario», la excusa argumental que proporciona, y el gesto de caminar lado a lado en lugar de sentarse frente a frente.
Un comentario
Caminando la gente casi se olvida de que le estás entrevistando, seguro. ;)